Estilos e influencias en la Edad Media: Imperio Bizantino, arte y contexto.

La Edad Media está comprendida entre los años 476 hasta 1453 y suele ser dividida en tres periodos: alta, plena y baja edad media. Es importante tener en cuenta que se estudian tres culturas monoteístas: el Cristianismo occidental, el Cristianismo oriental y el Islam. 

Ubicación geográfica de ambos imperios

El Imperio Romano empieza a decaer debido a las constantes invasiones de pueblos bárbaros de origen germánico y a la carencia de autoridades sólidas y respetadas. Así es como se da entonces que Odoacro, un caudillo jefe de los mercenarios de Italia, realiza un golpe de Estado para derrocar al último emperador romano y proclamarse jefe absoluto de Italia. De estos pueblos germanos retomaremos el hilo más tarde, específicamente de los godos.

Cristianismo Oriental: El Imperio Bizantino.

Bizancio fue la parte oriental perteneciente al Imperio Romano, con ciudad capital en Constantinopla, actualmente Estambul. Supo mantenerse de pie durante toda la Edad Media y se mostró urbanizada y con una economía más comercial y avanzada que la de occidente, que estaba adentrándose en la ruralidad y el feudalismo. 

Ilustración de Constantinopla

Durante su milenio de existencia, el Imperio fue un bastión del cristianismo, e impidió el avance del islam hacia Europa Occidental. Fue uno de los principales centros comerciales del mundo, estableciendo una moneda de oro estable que circuló por toda el área mediterránea. Influyó de modo determinante en las leyes, los sistemas políticos y las costumbres de gran parte de Europa y de Oriente Medio, y gracias a él se conservaron y transmitieron muchas de las obras literarias y científicas del mundo clásico y de otras culturas.

La feudalización de Europa

La caída del Imperio Romano de occidente generó la destrucción de la unidad política y cultural que se había promovido, por lo tanto surge un nuevo orden político, económico y social que logra mantenerse alrededor de diez siglos. El mundo medieval, entonces, priorizó el trabajo de la tierra y las relaciones recíprocas y así sentaron las bases del mundo moderno. 

Ilustración medieval

Los reyes, ante presiones externas como constantes invasiones y la incapacidad de gestionar naciones tan extensas, cedieron el poder a otros dueños de títulos nobiliarios como condes, duques y marqueses. Se establece así el vasallaje, un sistema de dependencia inspirado en el feudalismo primitivo del norte de Francia, donde el poder se medía en la posesión de tierras (feudos) entre la nobleza y el clero. 

Cosmovisión medieval

La cosmovisión medieval es la explicación de como veían y comprendían el mundo los hombres de la época. Su punto principal durante esta etapa es el teocentrismo o la influencia de la religión en todos los aspectos de la vida, poniendo a Dios como centro del universo y del pensamiento. 

Mapa del mundo medieval, con Dios por arriba y las bestias por debajo.

Dicho esto, podemos entender que la Iglesia era quien moderaba la vida cotidiana de los individuos, ya que era el organismo con más poder y se debía acatar sus leyes al pie de la letra y poner en práctica las virtudes cristianas. Es por eso que en torno a esto, para lo que fue la Alta edad media podemos ver como en las artes y principalmente la literatura se puede observar un sesgo ligado a la moralidad. Esto mismo luego va tornando a un leve antropocentrismo para la Baja edad media. Existe un vínculo fuerte entre el posicionamiento de la Iglesia como la cúspide del poder y la ejecución de las leyes y la moral, ya que también los miembros clericales eran los únicos poseedores de la cultura y con acceso al saber leer y escribir. De esta forma, es como esta minoría alfabetizada fue quien estableció las verdades y posverdades del momento con respecto a todo lo que nos rodea. Se promovió un rechazo a las teorías de grandes pensadores de la antigüedad cuyas tesis han sido comprobadas por la ciencia más adelante, como por ejemplo la redondez de la Tierra y las capas de la atmósfera, una idea plasmada por Aristóteles que fue desestimada durante este período alegando que la tierra era un ente plano y que en el cielo únicamente estaba Dios acompañado de ángeles y otros seres divinos. En los mapas del mundo (el territorio conocido para ellos) se plasmaba todo alrededor de Jerusalén.

Iconografía y arte bizantino

Durante el periodo del Imperio Bizantino, las iglesias se decoran a gran escala con el gran protagonismo de Jesucristo, la Virgen María y los santos, en acompañamiento de algún emperador o solos.  

"La Virgen y el Niño", pintura italiana.

El Imperio fue centro de discusiones durante las llamadas luchas iconoclastas debido a la excesiva veneración de estatuas y pinturas de temática religiosa llamadas íconos, más tarde se logra su legitimidad y la producción de las mismas aumenta. La representación sagrada tenía como rasgos comunes la sencillez y claridad compositiva, las expresiones idealizadas, iluminación viva y rico colorismo. Otro medio de expresión bizantino fue el mosaico, caracterizado por poseer temática bíblica donde las personas estaban flotando generalmente y el tamaño de su representación variaba según la importancia (basileus o monarca, virgen, apóstoles, santos, ángeles, individuos terrenales) además de la típica isocefalia, frontalidad, simetría y luminosidad. 

"Cristo Pantocrátor". mosaico de la Iglesia de la Santa Sabiduría, Estambul.

Arquitectura bizantina

Durante este momento se instaura como ícono arquitectónico a la basílica, siendo la de Santa Sofía la más grande del Imperio de Oriente.

Basílica de Santa Sofia de Constantinopla

Aparece un nuevo concepto espacial sumado a lo que se traía desde los imperios de la antigüedad, que son los espacios dinámicos y dilatados generados por las bóvedas, cúpulas y techos curvados.

Basílica de San Apolinar en Classe, Italia.

Cúpula de Santa Sofía de Constantinopla: columnas, capiteles ornamentados y uso de mosaicos en exceso.

Lo que se mantuvo en cuanto a lo estético visual y estructural aportado por Roma, podemos decir que fue la presencia de arcos, la columna corintia y la bóveda. Las innovaciones fueron el capitel bizantino y el uso de mosaico mural como revestimiento de muros y bóvedas.

Capitel bizantino